viernes, 5 de junio de 2015

Reencuentro

            1.  Era una chica de buen ver, vestida con buen gusto y con una pinta fantástica. Tendría unos dieciséis o diecisiete años. Llevaba una larga melena pelirroja. Estaba sentada muy tiesa y mascaba chicle con fuerza. […] Le gustaban los Beatles y pensaba que Elvis Presley estaba fuera de onda, y yo creía que los Beatles eran de lo más fétido y que Elvis molaba, pero esa, parecía ser, en mi opinión, la única diferencia.

            2.  Por fin, alza la vista y lo ve. La emoción es irresistible dentro de ella. Cree que jamás se ha alegrado tanto de ver a alguien. Cuando se da cuenta, está corriendo desesperadamente para lanzarse a los brazos de su chico.

            3. Sus labios, como dos imanes de distinto polo, se atraen irremediablemente en la noche más feliz de sus vidas.


1. Rebeldes. Susan E. Hinton.
2. Canciones para Paula. Blue Jeans.
3. ¡Buenos días, princesa!. Blue Jeans.

sábado, 9 de mayo de 2015

Los cachorros

    Cuando decidí coger este libro me imaginaba una historia de perros o algún tipo de animal, pues es lo que me daba a entender el título, pero me equivoqué.

    Me advirtieron de que era un libro que me costaría leer, por muy corto que fuera, pues  el autor escribe de una forma muy particular, sin diálogos, como si fuera todo seguido, pero decidí arriesgarme de todas formas. Los primeros capítulos me costaba entenderlos y tenía que releerlos varias veces, pero acabé por cogerle el ritmo y fui mucho más rápido. Como el autor es cubano, tiene ciertas palabras y expresiones diferentes a las del castellano que a veces me causaban gracia, como “mamacita”, “chancón”, “su viejo debía ser un fregado”.

    El libro trata la historia de Cuéllar, un niño que llegó nuevo al colegio y que no le fue difícil integrarse, gracias a sus altas notas y su forma de jugar al fútbol. Lo ficharon en el quipo en el que jugaban sus cuatro amigos, y un día, después del partido, mientras se duchaban, el perro del colegio le mordió y tuvo que ser castrado en el hospital.

    Cuando se recuperó todo cambió, sobretodo él y la forma en la que los demás lo trataban. Al principio le iba bien, salía con sus amigos y se divertían juntos, pero todo cambió cuando los demás empezaron a tener novia. Ya casi no quedaba con ellos y  les odiaba por estar con chicas. Cada vez fue a peor, encerrándose en casa y volviéndose violento, hasta que pasó a ser como un desconocido para sus antiguos amigos.

    El final me deja un poco de lado y me parece extraño, pues el chico se muere en un accidente de coche y sus amigos, que ya estaban todos casados, al enterarse ni se sorprenden:

     “Cuando venía a Lima y lo encontraban en la calle, apenas nos saludábamos, qué hay cholo, cómo estás Pichulita, qué te cuentas viejo, ahí vamos, chau, y ya había vuelto a Miraflores, más loco que nunca, y ya se había matado, yendo al Norte, ¿cómo?, en un choque, ¿dónde?, en las traicioneras curvas de Pasamayo, pobre, decíamos en el entierro, cuánto sufrió, qué vida tuvo, pero este final es un hecho que se lo buscó.”


   

sábado, 14 de marzo de 2015

Lectura del trimestre


EL OTRO BARRIO


        Este libro no me ha gustado mucho, por lo menos el principio, en el que todo pasa muy deprisa y con demasiada exageración y fantasía.

     Ramón Fortuna, un joven estudiante de pocos amigos, llevó un día a su casa a su compañero Valentín y a la novia de este, Jessi. Mientras veían una película, los dos chicos luchaban por abrir una lata de berberechos, pero descuidadamente, Ramón se pasó con la fuerza y la tapa cortante fue a parar al cuello de su amigo. Mientras este se desangraba, Jessi lo tomó por asesino, salió corriendo por la ventana y, sin Ramón poder hacer nada, cayó por el edificio, justo en el momento en el que una de las Eche se asomaba a su balcón y la chica le partía el cuello para finalmente aterrizar en el suelo. El joven que se acababa de convertir en “asesino”, bajó al piso de la Eche muerta, donde su perro apareció para molestarle y el chico, enfurecido, lo tiró por las escaleras. En ese momento apareció otro vecino para amenazar al chico, pero también acabo cayendo escaleras abajo.

       Todo esto me parece muy irreal y prácticamente imposible, pues ya hay que ser torpe o tener mala suerte para pasar de ser un niño completamente inocente a ser el asesino de cuatro personas y un perro.

      “No huía de la policía, él no sabía como se huye de la policía, huía de sí mismo  y de los muertos.”

    Desde un principio, el protagonista crece sin saber quien es su padre. Durante su estancia en el centro de menores, conoce la verdadera amistad y descubre un secreto que ha permanecido oculto toda su vida: su supuesta hermana Gloria resulta que no es nada menos que su madre y Marcelo, su abogado, su padre. Por cosas como estas, se puede decir que el sufrimiento inicial valió la pena, pues Ramón vio por fin un buen futuro en su vida con una nueva familia.

        Lo que mas me gusta es el final del libro que dice: “Los muertos. Nos acompañan, nos ven andar ahora al mismo paso, te ven a ti, cómo te recuperas del que pudo ser tu destino, me ven a mí, adivinando a tientas el mío, ¿es que no los oyes? Son los ecos que llegan desde el otro barrio”.

La frase en sí me parece muy profunda y muy acertada para un final, pero lo que de verdad me llama la atención es la última frase. Siempre me gusta ver el nombre del libro reflejado en su contenido, pues así veo la verdadera relación entre la portada y el texto, pero todavía me gusta más cuando se hace esperar hasta el final.

miércoles, 7 de enero de 2015

Cartas a Julieta

Cartas a Julieta


      Es una gran historia de amor como las que a mí me gustan, aún que a alguna gente se le pueda hacer algo empalagosa y cansina, ya que cuando empiezas a verla te puedes imaginar perfectamente como será el final, pues es una película que sigue el típico guión de las historias de este tipo: aparecen una chica y un chico y tú  ya piensas que al final acabarán juntos. Este tipo de cine es mi preferido.

      Está ambientada en Verona, Italia, donde Sophie y su novio se van de viaje, solo que el chico se centra demasiado en su trabajo como chef y ella busca una aventura con la que entretenerse. La verdad es que él era un buen cocinero, pero no era tan buen amante, así que a mí si me hicieran elegir, me quedaría con alguien que se preocupase un poco más por la relación, aún que cocinase mal.

      Sophie encuentra un callejón en el que miles de mujeres dejan sus “cartas a Julieta” en las que cuentan sus problemas amorosos. Casualmente descubre una carta escondida tras un muro, que se debió perder hace muchos años. Ella, tal y como yo habría hecho, la leyó y decidió acudir a la casa en la que las secretarias de Julieta responden las escrituras. La chica insistió en que la debía ayudar ella y así, sin ni si quiera saberlo, empezaría una gran aventura.

       Claire, la mujer cuya carta fue perdida hace 50 años, llegó a Verona con su nieto Charlie, para encontrar al que fue su gran amor a los 15 años. Sophie decidió ayudarles a buscar por toda Italia entre todos los llamados Lorenzo Bartolini, hasta dar con el bueno. En este tiempo, como era de imaginar, Sophie y Charlie se enamoran y ella decide dejar a su novio. 

       El día de la boda de Claire y Lorenzo, los dos jóvenes se confiesan mutuamente sus sentimientos, dando así el final de la película. 


       Es una historia sencilla con alguna que otra complicación en las relaciones de los protagonistas, pero toda película necesita algún problema para no hacerse aburrida. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Valoración del libro de lectura

Poesía para los que leen prosa    


 
            Este libro está creado con el fin de que las personas acostumbradas a leer novelas, encuentren en la poesía el mismo placer que en la prosa. Yo, en cambio, no lo he encontrado. No he visto ninguna clara característica que aporte lo que el autor intenta con esta obra, únicamente una serie de acotaciones al final de cada poema que te explicaban su argumento, imagino que para que la gente no acostumbrada a leer este tipo de libros lo pueda entender mejor, pero para mí no significaba gran cosa.

            Como todo libro de poesía, tiene poemas mejores y peores, o por lo menos para mí es así. Otra gente seguramente no tendrá la misma opinión que yo, pero a mí hay ciertos versos que me gustaron bastante y el que más me cautivó fue el siguiente:


EL DESAYUNO


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».

Luís Alberto de Cuenca



            A mí, que me encantan los libros y películas de amor, me llamó mucho la atención este fragmento desde el primer momento, sobretodo la última frase que le dice la chica a su pareja, la cual, como versos finales, queda acertadamente bien.


            Admito que yo soy de esas que, como dice el título, leen prosa, pues prefiero una única y extensa historia antes que una serie de relatos cortos en verso, pero también es cierto que, al igual que una novela, si algo me gusta lo leo con mucho gusto y en este caso, al haber tanta diversidad de poemas, hubo algunos que me costó leer, sin embargo, otros los llegué a ojear más de una y dos veces.

martes, 18 de noviembre de 2014

Alegres como fiesta entre semana




Sueño todos los días con que llegue el verano, pero como sé que aún falta mucho, me mentalizo y pienso en que todos los días son una fiesta.

Intento expresarme con alegría y soltura, como sí estuviera bailando en una discoteca una de mis canciones favoritas, sin importarme las críticas o miradas extrañas de los desconocidos. No les voy a permitir que me estropeen la noche.

domingo, 26 de octubre de 2014

Recuerdos

RECUERDOS


                  Probablemente si me pongo a ver vídeos y fotos de cuando era pequeña recordaría muchas cosas, pero en mi cabeza solo tengo unas pocas imágenes grabadas.

                  El primer recuerdo que me viene en mente es de cuando estaba en el hospital con cuatro años, después de ser operada y  mi padre me trajo una caja con juguetes que me alegraron el día. Sé que inmediatamente le di un fuerte abrazo porque después de lo mal que lo pasé tenia muchas ganas de divertirme.

                  Otras escenas que recuerdo son en un cumpleaños que celebré en casa de mis abuelos. Creo que cumplía dos años, no lo sé muy bien, pero de aquella ya estaban muchos de mis amigos de ahora. En especial recuerdo a Silvia porque me robaba los regalos y me los abría. De ese momento tengo una foto que me causa cierta gracia en la que estamos las dos en el suelo junto a mi madrina, que me estaba enseñando uno de los regalos, pero yo no le hacia ni caso, pues estaba muy ocupada jugando con los papeles que lo envolvía mientras Silvia abría uno nuevo. Hay que admitir que fue un poco de venganza porque yo le había robado alguno en su cumpleaños, el día anterior. Lo que más me llama la atención de mi cumpleaños es la gran tarta de chocolate en la que trabajaba mi madre toda una mañana. Una imagen en concreto que tengo es la de todos los niños en fila para golpear la piñata con el bastón de mi abuelo. Aquello sí que era pasarlo bien.

                  Y el recuerdo que más me marca es en casa de mis abuelos, aunque no sé si es un sólo día o son varias escenas mezcladas, pero son todas en la misma compañía y el mismo lugar. Me veo a mí y a mi primo jugando con el conejo en el jardín y comiéndonos sus zanahorias, que de aquella me gustaban mucho. También nos veo a mis primos y a mí en la piscina hinchable y en los columpios, mientras mis abuelos y la tía de mi padre estaban sentados en la terraza disfrutando del día.

                  Esto no son todos los recuerdos que me pueden venir a la cabeza, pero prefiero acordarme sobre los más especiales y divertidos que sobre imágenes sin importancia.